miércoles, 28 de octubre de 2009

El caminante y el cuervo

Caminaba un hombre por un sendero cuando oyó:


-¡Salud!


Se detuvo para ver quién le saludaba, pero no encontró a nadie. Prosiguió su camino y el poco oyó de nuevo


-¡Salud! ¡Salud!

Como la voz parecía amable, se entretuvo el caminante en buscar a quien hablaba, pero tampoco vio a nadie. Poco después un cuervo revoloteó sobre su cabeza.

-¡Salud! ¡Salud! ¡Salud! -repetía el pájaro

-¡Así que eras tú! -gruño el hombre-. Llevaba prisa y, por entretenerme a ver quién me saludaba, ahora llegaré tarde

Por Fedro