jueves, 13 de agosto de 2009

EL ZAGAL

Hace mucho tiempo, vivía un zagalillo famoso por su ingenio. Daba respuestas tan atinadas a las preguntas que le dirigían que todos hablaban de él con elogio. Las alabanzas que hacían del muchacho habían llegado hasta el rey, que se resistía a creer que cupiera en una persona tanta sagacidad. Deseando comprobar la veracidad de lo que decía la gente, mandó que compareciera el joven ante él.

Al presentarse ante el trono, le dijo el monarca: -"Voy a hacerte tres preguntas. Si respondes acertadamente a las tres, te instalarás en palacio y vivirás aquí como si fuera mi hijo"

-"¿Cuáles son las preguntas?"

-"En primer lugar, dime cuántas gotas de agua hay en el mar", dijo el soberano.

-"Para ello, Majestad, deberéis ordenar que detengan los ríos, para que no llegue agua continuamente. Entonces, podré contar fácilmente las gotas."

Habiendo reflexionado sobre esta respuesta, formuló el rey la segunda pregunta, que era la siguiente:

-"¿Cuántas estrellas hay en el cielo?"

-"Mandad que me den una hoja de papel muy grande", dijo el zagal.

Cuando la tuvo en su poder, hizo en ella numerosos agujeros con un alfiler, de modo que si se fijaba la vista en ellos, se confundía unos con otros y era imposible contarlos. Cuando hubo terminado, entregó la hoja al rey, diciéndole: -"Hay en el cielo tantas estrellas como agujeros en este papel. Podéis mandar que los cuenten." Naturalmente, no se halló nadie que pudiera hacerlo, por lo que el rey pasó a la tercera pregunta.

-"Cuántos segundos hay en la eternidad?", dijo.

-"Muy lejos, en una comarca de Pomerania", respondió el joven, "hay una montaña adamantina cuya altura es de una milla, teniendo también una milla de largo y otra de ancho. Cada mil años, se posa un pájaro en la cumbre y se rasca el pico en ella. Cuando haya hecho desaparecer toda la montaña, habrá pasado el primer segundo de la eternidad."

-"Estoy muy satisfecho de la forma en que has contestado a las tres preguntas" dijo el rey. "Has mostrado con ello tu gran discernimiento. Desde ahora vivirás conmigo como si fueras hijo mío."